martes, 12 de abril de 2016

El barco que cambió el rumbo de la historia

El 7 de mayo de 1915, hace 100 años, 1.195 personas perdieron la vida en las costas irlandesas por el hundimiento del transatlántico RMS Lusitania, causado por el torpedo de un submarino alemán en el inicio de la I Guerra Mundial.
Esta tragedia marcó un antes y un después en el devenir de la “Gran Guerra”, pues fue una de  las armas con que logró convencer el Gobierno de EEUU a la opinión pública norteamericana de la necesidad de intervenir en la guerra que tenía lugar en Europa.
El Lusitania fue el segundo gran desastre naval que vivió el océano Atlántico en sus aguas en apenas tres años, pues en 1912 el Titanic se hundió junto a más de 1.500 personas tras chocar con un iceberg.
A pesar de la amenaza real, distribuida por Alemania, de ser torpeado, el Lusitania se hizo a la mar el 1 de mayo con 1959 pasajeros.

RMS Lusitania llegando a puerto

El 7 de mayo, después de un tranquilo viaje sin incidentes, a las 14:12 el barco más grande que navegaba los mares fue torpedeado. Tras el  impacto, el barco tardó tan sólo 18 minutos en hundirse. La proa se precipitó hacia el fondo y la inclinación hacia estribor dificultó mucho la tarea de sacar los botes salvavidas. Las costas se encontraban a apenas 10 kilómetros, lo que propicio que muchos saltasen  al mar para nadar hasta ellas. El caos se apoderó del barco y solo 6 de los 48 botes lograron ser lanzados al agua con éxito.
Y de pronto se hizo el silencio, solo el cielo ante ellos y los restos del barco que había significado la vuelta a una casa a la que muchos no llegarían.
De las 1.195  víctimas, más de un centenar eran   americanos, lo que supuso un mazazo para un país neutral. 785 de los fallecidos eran pasajeros y 413 tripulantes. Solo sobrevivieron 761 personas.
Aunque la entrada de los norteamericanos en la I Guerra no dependió en exclusiva de esta tragedia, en 1917 tras la revelación del telegrama Zimmermann (en el que Alemania buscaba la alianza con México en contra de EEUU)  finalmente Woodrow Wilson declaró la guerra a Alemania, acabando así con el poder  del  II Reich.

RMS Lusitania momentos antes de hundirse
Y así es como a 93 metros de profundidad el pecio del barco que arrastró consigo el final de una época dorada, sigue alzándose recordándonos a todos que hace 100 años  el orgullo de los transatlánticos descendió a lo más profundo para evitar que el mundo entero lo hiciera.